Meditar, según el Zen, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sí sola el significado de su existencia, aún si esto ocurre a nivel del inconsciente. Esta percepción se interrumpe por la agitación o el interés en los asuntos particulares que absorben nuestra atención. La práctica de un sistema o rutina de meditación devolvería a la mente a ese estado básico y primordial. Algunos maestros Zen dicen que meditar es "tocar el corazón" del ser humano.
La meditación es importante dentro del budismo. Cada escuela tiene diferentes maneras y técnicas específicas. Para algunas es la forma por la cual la mente logra alcanzar un plano de realidad y entendimiento que va más allá de lo sensorial o aprendido. En el Budismo Zen, sin embargo, se dice que la meditación es un estado natural de crecimiento si el ego no lo interrumpe. En el hinduismo, en las escuelas de Yoga y Vedanta, la meditación es parte de dos de las seis ramas de la filosofía hindú. En la práctica budista de Theravada, la meditación involucra tanto técnicas conocidas como Samadhi y Vipassana, así como el desarrollo de la bondad y el "conocimiento superior".
Presencia de la meditación en diferentes culturas
La mayoría de las religiones tienen procedimientos o formas de meditación. En todas las culturas se considera la meditación como el proceso mental individual que puede transmitir paz al ente colectivo.
A principios del siglo XX la mayoría de técnicas de meditación del mundo estaban protegidas con el secretismo, o siendo transmitidas sólo a una minoría verdaderamente interesada o a aquellas personas interesadas en una vida dedicada a sus creencias o inquietudes.
Durante el siglo XX se han desplegado casi todas las enseñanzas místicas del mundo al gran público, según los maestros y algunos sociólogos debido a los vertiginosos acontecimientos de nuestro tiempo que requieren una nueva visión de la evolución de la conciencia de la humanidad.
Algunas descripciones
Las técnicas de aproximación a la meditación varían; desde las que se basan en observar la respiración, en visualizar algún pensamiento positivo o imagen inspiradora, enfocar algún objeto o imagen (como un mandala), las invocaciones, ...
Durante la meditación pueden dejarse fluir libremente las imágenes mentales, sean claras o confusas, como cuando se está a punto de conciliar el sueño. También se puede dejar fluir las sensaciones, emociones, impulsos y energías corporales, normalmente sin intervenir en ellas, pero sin dejarse llevar o enredar, de manera que muestran finalmente una tendencia a reordenarse por sí solas.
Multitud de técnicas de meditación han sido estudiadas por la Psicología. Muchos terapeutas recomiendan alguna técnica o diseñan las suyas propias, a menudo inspiradas en las tradicionales. La mayoría utilizan la respiración como centro, porque es el puente entre el cuerpo físico, el estado de ánimo y la mente.
La practica de una técnica o rutina, ayuda a las personas con diferentes cuadros de estrés. Meditar ayuda a reordenar la mente y calmar la ansiedad. Mejora la comprensión de objetivos y motivaciones y equilibra el carácter.
Por el estudio de la respiración y la postura corporal se mejora la salud en general y se reconduce el metabolismo a su funcionamiento óptimo.
Algunos estudios científicos hechos en Japón acerca de la meditación Zen registraron diferencias significativas entre el funcionamiento del sistema nervioso y cerebral de personas que meditaban regularmente y el de las que no.
En diversas escuelas existe la descripción de diferentes capas de la conciencia y personalidad que pueden ser investigadas y despertadas mediante ciertas técnicas. A menudo estas capas corresponden a la descripción de los chakras o diferentes aspectos de energía física o psíquica.
Se describen numerosos de ellos, pero básicamente se suele coincidir en que hay tres tipos básicos de pensamiento: cerebral, de corazón, y de tripas. Esto ha sido confirmado por la neurología moderna, observando que existen tejidos neuronales en diferentes partes del cuerpo que controlan diferentes impulsos, paralelos a las tres capas básicas del cerebro:
- impulsos instintivos que protegen los aspectos físicos,
- impulsos emocionales que mueven las motivaciones y la sensibilidad,
- e impulsos intelectuales que rigen las técnicas con que se resuelven problemas complejos.
Dependiendo de la persona y la técnica, los cambios en la conciencia pueden ocurrir de diferentes formas:
- puede tratarse de un cambio en el carácter con un despertar de la sensibilidad o una concepción más íntima
- en otros casos tienen lugar diferentes experiencias de comprensión del mundo como un todo orgánico en el que no hay división entre la personalidad y los acontecimientos exteriores.
A este nivel, la meditación se considera una herramienta para alcanzar una comprensión profunda de la realidad atravesando las limitaciones del "yo". (Psicología transpersonal) y a comprender la existencia como un ecosistema de interdependencias.
El eje profundo de la meditación es de aclarar las motivaciones de la personalidad, y descubrir la sensiblidad hacia los sufrimientos, así como la facilitación de claridad de pensamiento para enfocar los significados de dichos sufrimientos.
TERAPEUTAS Barcelona: Centro Budista Kadampa Mahakaruna Web: http://www.meditarabcn.org/index.htm Madrid: Majadahonda. Centro Budista Vajrayana. Web: http://www.meditaenmadrid.org/ |
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